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Cuando el cuerpo nos pide parar

Cuando sometemos nuestro cuerpo a excesivas exigencias físicas, comienzan a aparecer dolores musculares y otras molestias más severas, señales de que nuestro cuerpo debe descansar. El sobreesfuerzo es un cuadro que pone en riesgo nuestra salud y si no prestamos atención a sus síntomas, puede transformarse en una situación muy grave.

Por definición, el sobreesfuerzo es la consecuencia de una exigencia física excesiva en el desarrollo de la fuerza mecánica que nos permite realizar una determinada tarea. Este problema aparece cuando obligamos a nuestro cuerpo a realizar un esfuerzo que va más allá de sus límtes, de manera constante, arriesgando el desarrollo de patologías serias.

Un gran porcentaje de los accidentes laborales tiene su origen en los sobreesfuerzos, malas posturas y microtraumatismos repetidos. Dentro de los problemas más comunes originados por este mal se encuentran los trastornos musculoesqueléticos, que afectan a los músculos, tendones y huesos.

Quienes realizan actividades deportivas también pueden llegar a sufrir lesiones a raíz de esta pésima prática. Puede sucederle tanto a deportistas profesionales o como a quienes realizan un esfuerzo fuera de lo común, forzando por sobre el máximo la capacidad de una articulación o una extremidad en particular.

¿Cómo se produce un sobreesfuerzo?

Existen situaciones en las que estamos expuestos o somos susceptibles a sufrir trastornos musculoesqueléticos o lesiones, debido al esfuerzo que realiza nuestro cuerpo al ejecutar tareas como:

  • Manipulación manual de cargas
  • Posturas forzadas
  • Movimientos repetitivos
  • Práctica excesiva de una actividad deportiva

Un alto porcentaje de los accidentes laborales ocasionados por estos esfuerzos excesivos tienen su origen en el sobreesfuerzo. Sus consecuencias pueden ser una diversidad de trastornos musculo esqueléticos y lesiones, como distensiones, calambres, contracturas y desgarros.

Además, los sobreesfuerzos también pueden ocasionar otro tipo de problemas de salud como:

  • Lesiones traumáticas
  • Lesiones no traumáticas
  • Accidentes del trabajo
  • Enfermedades profesionales

Este fenómeno también tiene un impacto en la salud mental, visual, auditiva y emocional. Para evaluar el esfuerzo físico hay que tener en cuenta la naturaleza del trabajo que realiza nuestro cuerpo y las posturas que adoptamos al momento de realizar nuestras labores, ya sea de pie o sentados.

¿Cómo se previene un sobreesfuerzo?

Para evitar las molestas consecuencias del sobreesfuerzo, debemos conocer cuáles son los riesgos laborales que están presentes en nuestro entorno de trabajo. Este análisis es fundamental y se debe fortalecer con una constante capacitación enfocada en el cuidado de la salud y la prevención. Algunos consejos útiles para evitar estas lesiones son:

  • Solicita una evaluación ergonómica de los puestos de trabajo
  • Evita manipular bruscamente cargas de gran peso
  • Pide ayuda cuando debas mover un objeto demasiado pesado y maneja las grandes cargas usando medios mecánicos
  • Al manipular cargas, recuerda que debes mantener tu espalda recta, evitar posturas forzadas y no girar el tronco
  • Sostén las cargas de manera firme y con ambas manos, procurando mantenerlas lo más cerca posible del cuerpo
  • Para levantar cargas, flexiona las rodillas sin doblar la espalda y elévalas estirando las rodillas
  • Siempre es mejor empujar que tirar de las cargas, usa a tu favor el peso del cuerpo y la inercia de los objetos
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