Las caídas y golpes son dos de las principales causas de los esguinces de mano, ya que nuestra respuesta natural es siempre protegernos con las manos. Sin embargo, los esquinces son lesiones fáciles de prevenir si se conocen sus causas y síntomas, lo que también evita que se vuelvan crónicos.
Un esguince de mano se produce a causa del estiramiento excesivo o desgarro de los ligamentos que la sostienen. Pese a que es una lesión muy común y de fácil diagnóstico, corre el riesgo de volverse crónica si no se trata de forma adecuada o no se detecta a tiempo.
Las causas más comunes de estos esguinces son las caídas y traumatismos. Es muy habitual que al caernos extendamos de manera nuestras manos para amortiguar el impacto. Sin embargo, al ejercer toda esa presión sobre la articulación podemos desgarrar los ligamentos de la mano provocando este común problema de salud.
Entre los factores de riesgo podemos destacar la falta de coordinación en la realización de actividades y la práctica de deportes donde sea habitual caerse.
Existen tres tipos de esguinces de mano, que se clasifican según su gravedad:
¿Cómo identificar un esguince de mano?
Los síntomas más comunes del esguince de mano son:
¿Cómo tratar un esguince de mano?
Lo prioritario para este tipo de lesiones es controlar la inflamación y dolor iniciales. Además, la administración de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos es una medida necesaria. También se recomienda el uso de cualquier tipo de ortesis (muñequeras o férulas) para disminuir cualquier carga sobre la mano dañada.
Las medidas que se deben adoptar frente un esguince de mano son:
¿Cómo evitar un esguince de mano?
Normalmente, los esguinces de mano ocurren por accidentes fortuitos, por lo que es difícil prevenir de manera concreta estas lesiones. Sin embargo, podemos andar con más cuidado por la calle y también seguir esto consejos:
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