Hemorragias
Una hemorragia se refiere a la pérdida de sangre y puede ocurrir dentro del cuerpo o por fuera de éste. Cuando el sangramiento se presenta dentro del cuerpo, la sangre se filtra desde los vasos sanguíneos u órganos. Cuando sale del cuerpo, la sangre fluye a través de una abertura natural como la boca, vagina, etc., o sale a través de una ruptura en la piel.
¿Qué es una hemorragia?
Una hemorragia produce una pérdida masiva de sangre, y ésta puede ocurrir tanto dentro del cuerpo o por fuera de éste. Es causada por heridas o por diversas patologías que afectan a nuestro organismo.
Causas de una hemorragia
Las causas de las hemorragias varían según su tipo, es decir, si son internas o externas. Por ello, hay que diferenciar el origen de cada una de ellas.
Causas de las hemorragias internas: - Cáncer.
- Cirrosis.
- Pólipos de colon.
- Complicaciones gástricas.
- Hemofilia o coagulación sanguínea defectuosa.
- Leucemia o cáncer en la sangre.
- Aneurismas y otros trastornos vasculares.
- Traumatismos.
Causas de las hemorragias externas: - Lesiones o heridas abiertas.
- Traumatismos severos.
- Sangrado nasal.
- Fracturas expuestas.
- Hematomas.
Tipos de hemorragias
Existen dos tipos de hemorragias, las internas y externas. Las características de cada una son las siguientes:
- Hemorragia interna: es la salida de sangre hacia las cavidades internas del organismo.
- Hemorragia externa: corresponde a la salida de sangre hacia el exterior del organismo. Puede generarse por heridas abiertas o por orificios naturales del cuerpo como la nariz, boca, oídos, ano y meato urinario.
Síntomas de una hemorragia
Los síntomas según cada tipo de hemorragia son: Hemorragia interna
- Ansiedad.
- Mareos.
- Pupilas dilatadas.
- Piel fría y pegajosa.
- Palidez.
- Respiración cortada y rápida.
- Hinchazón del abdomen.
- Falta de aire.
- Anemia severa.
Hemorragia externa
- Estado de shock.
- Confusión o pérdida de la lucidez mental.
- Piel fría y humedecida.
- Vértigo o mareo luego de sufrir la lesión.
- Descenso de la presión arterial.
- Palidez.
- Aceleración del pulso y aumento de la frecuencia cardiaca.
Tratamiento de una hemorragia
Los tratamientos varían según el tipo de hemorragia. Por ello, los tratamientos para cada una son: Hemorragia interna
- Cirugía para cerrar el foco hemorrágico.
- Transfusión de sangre si es necesario.
Hemorragia externa
- Compresión local en el punto que sangra, con uno o dos dedos o con la palma de la mano.
- Si la hemorragia cesa, se debe colocar un vendaje
- Aplastar la arteria o vena contra el hueso, lo más cerca posible de la herida.
- Se utiliza un torniquete sólo en casos de extremidades seccionadas o aplastadas.
Prevención de una hemorragia
La prevención para la hemorragia es simple, ya que consiste en mantener una vida sana y lejana de los peligros. Las medidas de prevención necesarias para ambos tipos de hemorragia son:
- Mantener cuchillos y objetos cortantes fuera del alcance de los niños pequeños.
- Tener al día las vacunas, especialmente la vacuna antitetánica.
- Alimentación saludable.
- Evitar fumar y beber en exceso.
- Realizar ejercicio de forma regular.