Hipotiroidismo e hipertiroidismo son patologías que afectan a la glándula tiroides, encargada de secretar las hormonas necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Procesos como el metabolismo, el ritmo cardíaco o incluso la regulación de la temperatura corporal dependen de la tiroides.
Cuando esta glándula comienza a producir las hormonas tiroideas de manera ineficiente, podemos estar en presencia de un cuadro de hipo o hipertiroidismo, según el comportamiento de la tiroides.
Para conocer el estado de nuestra tiroides, un médico puede indicarnos la toma de un examen de sangre que muestre los niveles de hormonas T3 y T4 en nuestra sangre.
¿Cuándo hablamos de hipotiroidismo?
En el caso de que nuestra glándula tiroides comience a producir un déficit de hormonas, estaremos en presencia del hipotiroidismo. Esta falta de hormonas hace que nuestro organismo comience a funcionar más lento, por lo tanto también se vuelve más lento nuestro metabolismo, sentimos somnolencia, aumenta la retención de líquidos, somos más sensibles al frío, disminuye la presión arterial, entre otros.
¿Cómo se diferencia el hipertiroidismo?
Por su parte, el hipertiroidismo se refiere a los casos en los que la tiroides comienza a producir un exceso de hormonas tiroideas. Debido a este aumento en los niveles de hormonas, nuestro organismo comienza a funcionar de manera acelerada y se comienzan a manifestar síntomas como palpitaciones, sensación de nerviosismo, ansiedad, sudoración, temblores en las manos, trastornos del sueño, debilidad muscular, solo por mencionar algunas de las manifestaciones. También es común que aquellas personas que sufren de hipertiroidismo presenten hinchazón en los párpados y desarrollen bocio, ambas características físicas típicas de este desorden.
¿Cuál es el tratamiento para estas patologías?
El tratamiento, tanto del hipo como del hipertiroidismo, busca contrarrestar el déficit o la sobreproducción de las hormonas T3 y T4. Esto se puede lograr a través de la administración de fármacos que permitan regular la producción hormonal, en el caso del hipertiroidismo, o suplir el déficit hormonal de forma sintética en casos de hipotiroidismo.
Para casos severos de hipertiroidismo también está la alternativa de destruir la glándula a través del uso de yodo radiactivo o su extirpación, provocando un hipotiroidismo crónico. En ambos escenarios, se incluye la administración permanente de las hormonas tiroideas a través de fármacos.
Si buscas conocer el estado de tu tiroides y los niveles de hormonas que está produciendo, recuerda que puedes contar con los profesionales del Hospital del Trabajador ACHS. Agenda tu hora a través de nuestra nueva agenda en línea o llamándonos al 22 515 7777.
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