Un TAC de tórax, también conocido como Tomografía Computarizada o Tomografía Axial Computarizada, es un examen de imagenología que permite obtener una panorámica detallada de los órganos ubicados en la cavidad torácica.
Este tipo de examen utiliza rayos X para conseguir imágenes que permiten evaluar el estado del corazón, pulmones, vasos sanguíneos, costillas y la columna vertebral. Gracias a la calidad de imágenes que se obtiene en este examen, el TAC de tórax es ideal para la detección de lesiones, presencia de tumores, enfermedades pulmonares o anomalías congénitas.
En qué consiste el TAC de tórax
Este examen requiere que el paciente permanezca acostado e inmóvil por algunos minutos (entre 15 a 30). La duración de la toma dependerá de la calidad de las imágenes que se obtengan, por lo que usualmente se utilizan correas y cojines para mantener una posición inmóvil y a la vez cómoda.
El TAC de tórax puede o no requerir la administración o uso de un medio de contraste. El uso de contraste permite obtener mayor detalle de los órganos a estudiar. Si este es el caso, es posible que se solicite realizar un ayuno previo de 6 horas aproximadamente a la toma de imágenes; además de indicar si sufre algún tipo de alergias. También es probable que en algunos casos incluso se solicite la suspensión de algunos medicamentos previo a la toma del examen.
Recomendaciones previas a la toma de un TAC de tórax
Para este tipo de examen es recomendable considerar:
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