La reanimación cardiopulmonar RCP es un procedimiento de emergencia que se utiliza ante el riesgo de vida de una persona que sufre un paro cardiaco y respiratorio. Este procedimiento de fácil aplicación, resulta fundamental en el momento de salvar una vida. En la ACHS te enseñamos a aplicarlo correctamente para que puedas ayudar en casos de extrema urgencia.

Si una persona sufre un accidente o se encuentra en riesgo vital, es muy probable que sufra un paro cardiorrespiratorio. Ante ello, existen distintos métodos y técnicas de socorro, sin embargo, la más conocida y utilizada es la Reanimación Cardiopulmonar.

Esta técnica permite aplicar maniobras de reanimación cardiaca y pulmonar a quien sufre de un paro. Pero es sumamente importante que se haga de forma rápida, eficiente y durante el tiempo justo, ya que de lo contrario pueden producirse secuelas neurológicas en el paciente. Ante ello, saber identificar un paro cardiopulmonar es el paso más importante.

La mayoría de los paros cardiorrespiratorios de alto riesgo ocurren en accidentes de tránsito en donde las personas sufren ataques cardiacos. También se presentan con frecuencia cuando existe un golpe de corriente eléctrica o asfixias por inmersión. Saber aplicar un RCP aumenta en un 70% las posibilidades de salvar una vida, para ello se recomienda aplicarlo con urgencia, muchas veces, antes de la llegada de un equipo médico especializado.

¿Cómo identificar un paro cardiopulmonar?
Si está frente una situación de alto riesgo puedes identificar un paro cardiorrespiratorio verificando en primer lugar el estado de conciencia del afectado. Para ello, se debe preguntar en voz alta a la persona si se encuentra bien. Según la respuesta, se procederá a realizar la maniobra:

• Si el paciente responde

En caso de obtener respuesta no debe aplicarse aún la maniobra RCP
• Si el paciente NO responde

Se debe reconocer la ausencia de respiración y circulación en el afectado, comprobando la existencia de pulso en su cuello y escuchando la presencia de respiración durante 10 segundos. Si no puede verificar ninguna, debe seguir los siguientes pasos:

• 1. Sitúa a la víctima estirada en el suelo, boca arriba y ubique sus pies y brazos estirados alrededor de su cuerpo.
• 2. Descubre su tórax, retirando la ropa de su pecho.
• 3. Pon tus manos, una sobre la otra, con la palma extendida en el centro del pecho de la persona. Estira tus brazos y posiciónate de tal forma en que tus hombros estén directamente sobre tus manos.
• 4. Con el peso de la parte superior de tu cuerpo y firmeza presiona el pecho con un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto.
• 5. Mantén este ritmo hasta que llegue el equipo médico o abre las vías respiratorias para proporcionar respiración de rescate.
• 6. Recuerda que abrir las vías respiratorias requiere de un movimiento de cabeza en el cual el mentón quede inclinado hacia arriba. Para ello, puedes poner la palma de tu mano en su frente e inclinar lentamente su cabeza hacia atrás.
• 7. La respiración de rescate solo es efectiva si tapas las fosas nasales del afectado y cubres toda su boca con la tuya para prevenir escapes de aire. Asegúrate que el pecho se alce para continuar dando respiraciones.

Un correcto RCP consta de siglos de respiración junto a compresiones, donde se recomienda intercalar cada una de ellas. Cuando el paro cardiorrespiratorio se prolonga sin ayuda por un periodo de entre 8 y 10 minutos, la víctima puede morir. Es por esto que realizar un RCP antes de la llegada de la ambulancia puede prevenir la pérdida de una vida.

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