La insolación o golpe de calor es una de las emergencias más comunes en la época veraniega. Sin embargo, y a pesar de lo que podemos creer, esta no solo se limita al enrojecimiento de la piel producto de una exposición prolongada al sol; sino que también se incluyen los efectos de permanecer por mucho tiempo en ambientes calurosos.
La insolación, además de manifestarse físicamente a través del enrojecimiento de la piel, también se refiere a la pérdida de la capacidad de termorregulación de nuestro cuerpo producto del calor. Esta incapacidad de regular nuestra temperatura corporal es producida por una anomalía en el sistema nervioso, producto de los golpes de calor o la exposición a temperaturas elevadas.
Cuáles son los síntomas de la insolación
Algunos de los síntomas que se asocian a la insolación incluyen:
Frente a la aparición de estos síntomas es importante mantener la calma y actuar rápidamente para disminuir la temperatura corporal y reestablecer la hidratación del afectado.
Para prevenir la insolación es importante considerar el no exponerse directamente al sol entre las 11 y las 16 horas, utilizar siempre bloqueador solar en buen estado (recuerda que los cosméticos y medicamentos tienen fecha de vencimiento), mantenerse hidratados y utilizar prendas que protejan nuestros brazos, piernas, cuello, torso y cabeza.
En caso de que la persona presente compromiso de conciencia, es importante acudir lo antes posible a un servicio de urgencia. Puedes llamar al servicio de Rescate al 1404.
Recuerda que además puedes contar con los profesionales del Hospital del Trabajador ACHS. Agenda tu hora a través de nuestra nueva agenda en línea o llamándonos al 22 515 7777.
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