Tener la sensación de que se pierde el equilibrio o que se mueve nuestro entorno es bastante molesto. Cuando esto ocurre de forma imprevista y reiterada puede que estemos en presencia de un caso de vértigo.

El vértigo se caracteriza por causar la sensación de que todo en nuestro entorno da vueltas, se vuelve difícil mantener el equilibrio y es común que se presente al mover nuestra cabeza. Sin embargo, las causas de estos mareos imprevistos pueden ser variadas pero fáciles de identificar y tratar.

La forma más conocida de vértigo es el síndrome postural paroxístico benigno, el que causa mareos y pérdida del equilibrio, sin poner en riesgo nuestra salud en general. Este se presenta con los siguientes síntomas:

• Mareos
• Sensación de que el entorno da vueltas, o que nuestro cuerpo se mueve de forma involuntaria
• Pérdida del equilibrio
• Náuseas o vómitos

¿Por qué nos da vértigo?

El equilibrio de nuestro cuerpo está controlado por el oído medio, lugar donde se encuentra el sistema vestibular. Este es el encargado de avisarle a nuestro cerebro cuando movemos nuestra cabeza y hacia dónde, debido a que es capaz de detectar la gravedad y otras fuerzas mecánicas. Es gracias a nuestro sistema vestibular que el resto de nuestro cuerpo es capaz de mantener una postura adecuada y de no perder el equilibrio, ya que nuestros nervios, músculos y articulaciones son capaces de interpretar sus señales y trabajar en conjunto.

Cuando se produce un desorden en el sistema vestibular aparecen los síntomas del vértigo. Estos desórdenes pueden tener origen en diversas situaciones, las que incluyen lesiones o golpes en la cabeza, infecciones en el oído o incluso la existencia de familiares con episodios de vértigo.

¿Cómo se diagnostica el vértigo?

Este tipo de síndromes se suele diagnosticar a través de algunos exámenes, como audiometrías, exámenes de sangre, toma de imágenes de la cabeza (scanner, resonancias magnéticas, entre otros) o incluso la ejecución de una maniobra llamada de Dix-Hallpike, con la que se puede determinar si existe movimiento involuntario de los ojos, además de la sensación de vértigo.

Tratamiento para el vértigo

Existen varias maneras de tratar este tipo de síndromes, donde la principal consiste en la reposición de los otolitos a través de la maniobra de Epley. El tratamiento también puede incluir la ejecución de una serie de ejercicios sencillos para reeducar el equilibrio o la administración de medicamentos para el control del mareo y los síntomas fisiológicos del vértigo.

En el caso de presentar los síntomas del síndrome postural paroxístico vestibular o vértigo es recomendable acudir a un médico especialista, como un otorrinolaringólogo, quien podrá explorar de mejor manera los oídos para determinar si se trata de vértigo o si es otra patología.

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