Cuando hablamos de digestión, algunos solo piensan en el proceso de ingesta y evacuación de los alimentos que comemos diariamente. Es cierto que ambas fases son parte de la digestión, pero hay etapas invisibles y muy importantes que nos permiten obtener lo necesario para vivir saludablemente.
Al digerir, hablamos del trabajo que hace el estómago y los intestinos para degradar los alimentos y obtener de ellos aquellos componentes que nos permiten adquirir y producir energía, agua, nutrientes y vitaminas.
Tener una buena digestión implica que nuestro organismo es capaz de obtener los elementos necesarios de cada comida y al mismo tiempo, eliminar lo innecesario. Deshacerse correctamente de las toxinas, y adquirir los elementos saludables disponibles requiere de órganos sanos y una dieta rica en fibra y nutrientes. Lo que significa que los mismos alimentos a digerir pueden dañar nuestro propio sistema digestivo.
¿Cómo digerimos?
Los órganos encargados de digerir nuestros alimentos son el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. En el estómago, los ácidos estomacales y enzimas se encargan de descomponer los alimentos. Aquí se digieren las grasas y proteínas ingeridas.
En los intestinos se absorben las vitaminas y agua de cada alimento. De ello resultan las heces, que son el resultado de toda aquella materia que no podemos digerir, las toxinas bacterias que se identifican en el proceso y todo aquel material que no aporta a nuestro organismo.
Tiempo de digerir
La digestión de un alimento puede durar entre seis y ocho horas solo en el tránsito entre el estómago e intestino delgado. Cuando el bolo alimenticio llega al intestino grueso, también conocido como colon, demora un aproximado de 40 horas en digerirse y evacuar. Esto se debe a que en el intestino grueso se absorbe el agua, se eliminan las toxinas y aquellos alimentos no digeridos.
Sistema inmunológico
La mucosa intestinal se encuentra llena de linfocitos T y B, los que están destinados a defender el intestino de infecciones y daño de sus propias paredes. Tanto los linfocitos, como la flora intestinal trabajan para atacar a los agentes patógenos externos que se mantienen permanentemente en el sistema digestivo. Gracias a su rol en los intestinos, ningún agente infeccioso es absorbido por el organismo.
Evita el envejecimiento
Con el tiempo los órganos digestivos se van desgastando y perdiendo masa muscular. Para prevenir la aparición de enfermedades gastrointestinales que enfermen a tu cuerpo, es necesario cambiar tu dieta, consumo de agua y actividad física.
Algunos consejos para prevenir el envejecimiento del sistema digestivo, son los siguientes:
En la ACHS queremos que tengas una excelente calidad de vida, pero eso depende de ti. Si tienes síntomas de alguna enfermedad recuerda que puedes contar con los profesionales del Hospital del Trabajador ACHS. Agenda tu hora a través de nuestra nueva agenda en línea o llamándonos al 22 515 7777.
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