La incontinencia urinaria o pérdida de control en la vejiga es un problema frecuente en la población que causa vergüenza y aislamiento. Las mujeres y adultos mayores son los más afectados por sus síntomas y muchos de ellos no están diagnosticados debido a la carga social que conlleva. En la ACHS te ayudamos entender y tratar esta enfermedad a tiempo para seguir disfrutando tu vida.

No tener control sobre la vejiga es un problema frecuente en muchas mujeres y hombres. Este problema, conocido como incontinencia urinaria genera problemas psicosociales, ya que los pacientes se avergüenzan cotidianamente de sus labores, ante la sensación inminente de orinarse en cualquier momento o lugar.

La incontinencia es una manifestación de enfermedades más graves, como la infección urinaria, estreñimiento, desgaste muscular o vejez, y afecta tanto a jóvenes como adultos. Sin embargo, afecta con mayor frecuencia a mujeres que a hombres.

Tipos de incontinencia urinaria
Según los factores que generen la pérdida de control, se pueden clasificar cinco tipos de incontinencia urinaria.

• Por esfuerzo: se produce al realizar algún esfuerzo físico como toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o sostener objetos pesados. Ante estas circunstancias, la vejiga es presionada, provocando un escape de orina.
• Incontinencia imperiosa: la necesidad de orinar se presenta de forma repentina y provoca un escape de orina. Esto provoca que la persona orine con frecuencia, tanto de día como de noche.
• Incontinencia por rebosamiento: la persona presente una fuga de orina constante a través de gotitas. Esto se produce porque la vejiga no es capaz de vaciarse por completo.
• Incontinencia funcional: es producida por otras enfermedades graves que afectan tu cuerpo, impidiendo un desplazamiento rápido al baño. Estas pueden ser alzheimer, artritis, discapacidad motora y otras.
• Incontinencia mixta: cuando una persona presenta más de un tipo de incontinencia, hablamos de un cuadro mixto.

Causas de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria no es una enfermedad como tal, más bien es un síntoma de otras enfermedades. Esta puede presentarse ocasionalmente o permanentemente, dependiendo de la intensidad y origen del problema. La principal molestia entre sus pacientes es la ansiedad que genera saber que no podrán llegar al baño a tiempo.

Por lo general, los hábitos alimentarios y físicos son las principales causas de incontinencia urinaria transitoria, en la cual influyen ciertos alimentos, bebidas y medicamentos que actúan como diuréticos, aumentando el volumen de orina en la vejiga.

Los cuadros más severos de incontinencia son producidos por otras enfermedades como:

• Presencia de infección urinaria: debido a la irritación de la vejiga, los pacientes tienen un fuerte deseo de orinar que puede causar incontinencia
• Presencia de estreñimiento: este problema en el intestino genera heces duras y compactas que activa los nervios cercanos a la vejiga, lo que aumenta el deseo de orinar
• Problemas o daños neurológicos
• Problemas en el esfínter externo o interno
• Enfermedad o debilitamiento de los músculos del suelo pélvico

La incontinencia urinaria persistente puede ser causada por otros factores, como embarazo, parto, envejecimiento muscular, menopausia, cirugías en la vagina o útero, agrandamiento de la próstata, cáncer, obstrucciones en las vías urinarias y trastornos neurológicos que inhiben el control sobre la vejiga y esfínteres.

Incontinencia urinaria en mujeres
Como mencionamos anteriormente, las causas de la incontinencia urinaria persistente tienen mayor impacto en mujeres. Tanto la anatomía como algunas vivencias propias como el embarazo, parto y menopausia afectan las vías urinarias y músculos pélvicos, propiciando la incontinencia.

Esto se refleja en la cantidad de pacientes afectados, donde las mujeres suelen duplicar a los hombres. Otro factor relevante es la diferencia entre el tamaño de la uretra en hombres y mujeres. La de la mujer es más pequeña, por lo que cualquier enfermedad o daño causará debilitamiento en ella.

Diagnóstico
Para diagnosticar el tipo de incontinencia y tratarla debidamente, el médico recomendará los siguientes exámenes:

• Un uroanálisis o análisis de muestra de orina.
• Un diario de funcionamiento de la vejiga: diariamente debes anotar cuánto líquido bebés, las veces que orinas al día y la cantidad de orina producida. Además de resaltar los episodios de incontinencia.
• Medición de orina en la vejiga: tras orinar, el médico mide a través de una catéter o ecografía la cantidad de orina residual presente en la vejiga. Este examen permite verificar si existe obstrucción en las vías urinarias, problemas musculares o del sistema nervioso.
• Análisis urodinámico: esta prueba permite medir la cantidad del flujo y presión de orina entre riñones y vejiga.
• Ecografía pélvica: en mujeres este examen permite observar el estado de la vejiga, ovarios, útero, cuello uterino y trompas de falopio. En hombres se observa la vejiga, próstata y vesículas seminales.

Prevención y tratamiento
La incontinencia se puede prevenir, para eso, el médico tratante te recomendará mantener un peso saludable, realizar ejercicios del suelo pélvico, evitar diuréticos, aumentar la ingesta de fibra y reducir el consumo de cigarros y alcohol.

Si quieres tratar tu incontinencia urinaria recuerda que puedes contar con los profesionales del Hospital del Trabajador ACHS. Agenda tu hora a través de nuestra nueva agenda en línea o llamándonos al 22 515 7777.